lunes, 31 de diciembre de 2018

LA CARRETERA MADRID-VALENCIA EN LOS VUELOS AMERICANOS (1945-1946 y 1956-1957). 2ª parte: Arganda del Rey-Fuentidueña de Tajo



Retomamos la serie de artículos que comenzamos con la primera entrega en abril de 2016 (enlace superior), en la que recorremos la N-III de manera lineal a través de las antiguas ortofotografías obtenidas en los denominados «vuelos americanos». Dichos vuelos militares de reconocimiento fueron realizados por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en los años 40 y 50, y permitieron posteriormente la creación de la primera cartografía aérea y completa de España, que constituye hoy en día una interesante herramienta para observar la evolución de nuestras carreteras y de nuestro territorio.

En aquella primera entrega realizamos una introducción donde explicamos el origen de estos vuelos y comenzamos el viaje desde Vallecas hasta llegar a Arganda del Rey (Madrid).

Como en la primera parte, todas las ortofotos han sido obtenidas de la Fototeca del CNIG. Salvo indicación contraria, para cada lugar mostrado, siempre se pondrá en primer lugar la imagen correspondiente al vuelo de la serie A (ortofotos de 1945-46), y después la del vuelo de la serie B (ortofotos de 1956-57).

Retomando el viaje a través de la N-III, tras abandonar Arganda del Rey, pero sin salir de su término municipal, el primer punto interesante con el que nos topamos se ubica alrededor del pk 30. Es un pequeño tramo que consiste en dos horquillas cerradas por las que discurría la nacional, y que ya en los primeros años 40 fueron sustituidas por una variante que permitió un paso más cómodo y seguro.



Representación de las dos horquillas del pk 30 en el mapa topográfico del IGN a escala 1:50 000 de 1929, hoja 0583. Fuente: Centro de descargas del CNIG

Después de unos kilómetros alcanzamos Perales de Tajuña (Madrid) (pk 38), tras descender por las célebres cuestas del mismo nombre. En las siguientes imágenes se observa que ya se evita el paso por la localidad a través de una variante, realizada seguramente a la par que la variante de las horquillas anterior, también sobre los primeros años 40.



Tras pasar Perales, después de algunos kilómetros de curvas (hoy sustituidos por la autovía), llegamos a la zona de la Cuesta de la Marquesa (pk 45 aproximadamente), dentro del término de la población. Este topónimo hace referencia a una zona amplia de terreno próxima a la carretera, y no a una cuesta o conjunto de cuestas de la carretera en sí. Aquí existe un conjunto de curvas que en los años 40 y 50 estaban en uso, pero en los años 60 se abandonaron cuando la carretera se reformó en el marco del Plan REDIA. Este trazado aún se conserva hoy en día, aunque completamente olvidado, y no tardará demasiado en desaparecer por completo por la acción de los elementos.




La siguiente parada la hacemos en el pueblo de Villarejo de Salvanés (Madrid). En este caso no había ninguna variante que rodeará la población; no sería hasta los años 70 cuando se construyó. Aparte de la nacional, se ven todas las demás carreteras que confluyen en Villarejo: las de Belmonte de Tajo y Villamanrique de Tajo, al sur, y las de Tielmes y Valdaracete al norte. Por aquel entonces, la carretera de Valdelaguna comenzaba lejos del núcleo urbano, y queda fuera de las imágenes que aportamos aquí.



Con respecto a la población en sí, apenas se ven variaciones en los diez años que pasan entre un vuelo y el siguiente; quizá lo más relevante es la demolición de la plaza de toros que antaño estaba situada junto a la N-III a la salida del pueblo hacia Valencia, y que posteriormente se ubicó al sur de la localidad.

Abandonamos Villarejo y continuamos hasta un tramo situado aproximadamente entre los ppkk 53,500 y 59, pero dentro de su término municipal. Es este un trazado que ha sufrido numerosas rectificaciones y reformas desde los años 60 hasta su conversión en autovía, dejando varias huellas sobre el terreno que delatan su historia, y un pequeño tramo en desuso de 1 km sobre el pk 57. Sin embargo, entre los años 40 y 50 el trazado permaneció inalterable; no se realizaron obras en la vía más allá, quizá, de arreglos puntuales del firme.



Nos acercamos más para un mayor detalle:



Pero en la siguiente y última parada sí se realizaron obras de gran calado. Llegamos a Fuentidueña de Tajo, última parada de esta segunda etapa del viaje. En 1958 se realiza una gran variante que deja fuera del trazado de la nacional la vieja travesía y, con ella, unos 3,6 km de vieja carretera, incluido el estrecho puente metálico sobre el río Tajo, no apto ya para las condiciones de tráfico previstas a futuro. En el vuelo de los años 40 la variante no existe; en el de los años 50 ya se ve la huella de su construcción; poco después entraría en servicio.



Representación de los trazados de la N-III (travesía y variante) en Fuentidueña de Tajo en el mapa topográfico del IGN a escala 1:50 000 de 1975, hoja 0607. Fuente: Centro de descargas del CNIG

Y la ampliación en el entorno de la localidad y el río Tajo:




La vieja nacional a su paso por Fuentidueña sería degradada a carretera de categoría local, y en 1961 se le asignó la clave M-313, o «acceso de N-III a Fuentidueña de Tajo». Actualmente es la M-831.

Finalizamos aquí, cerca del límite entre las provincias de Madrid y Cuenca, la segunda etapa de este viaje.


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