De maravilloso me atrevería a calificar el reciente descubrimiento propio de los fondos o archivos fotográficos de la Fundación Telefónica de España. Andaba buscando imágenes antiguas de las carreteras españolas en la red, cuando lo encontré providencialmente. Ignoro el tiempo que lleva disponible en internet, lo que me interesa es que lo he encontrado y he conseguido deleitarme por fin con todas aquellas imágenes añejas de la carretera que siempre quise ver y que casi nunca pude localizar. Y en este caso, además, por miles y tomadas en casi todas las carreteras del país y en la mayoría de sus ciudades y pueblos más importantes. Quizá exageradamente podría decir que este hallazgo ha sido comparable al invento de una máquina del tiempo que me hubiese permitido viajar al pasado, pongamos un siglo hacia atrás.
Tratándose como se trata de un archivo de la que fue CTNE (Compañía Telefónica Nacional de España), en su origen y durante muchos años uno de los monopolios estatales más importantes y antiguos del país, el fondo fotográfico está obviamente dedicado a la telefonía y a todos sus muchos elementos auxiliares relacionados. Pero por suerte para los que somos aficionados a las carreteras y a su historia, los hilos y postes del tendido telefónico han sido desde sus comienzos compañeros paralelos de aquéllas y parte esencial de su paisaje. Y esto significa, ni más ni menos, que viendo las fotografías que ilustran la progresiva implantación de las líneas telefónicas en España desde principios del siglo XX, vamos a poder deleitarnos también en la contemplación de sus carreteras tal y como fueron antes de que el Circuito Nacional de Firmes Especiales (CNFE) acometiese importantes mejoras en las mismas. Pero no sólo vamos a ver carreteras, sino también casillas de peones camineros, puentes, vehículos automóviles y de tracción animal y hasta vetustas señales de tráfico en una época en la que ni siquiera existía todavía el Código de la Circulación ni normativa alguna que regulase el tránsito por aquellas vías que más tenían de caminos pedestres que de verdaderas carreteras tal y como las entendemos hoy en día. Y sin embargo comunicaban de modo terrestre pueblos y ciudades entre sí a lo largo de toda la geografía nacional, al tiempo que postes y cables del teléfono lo hacían de modo aéreo junto a las cunetas o a través de los campos.
Y para que nuestra satisfacción fuese completa, después de navegar a través de miles de fotografías durante horas, hemos encontrado justamente las que más nos interesaban: las de la carretera de Madrid a Valencia, muchos años antes de que se denominase N-III y su calzada dispusiera de otro firme distinto al de la tierra y las piedras. En ésta y en la mayoría de las otras carreteras del país, por principales que fuesen, hizo acto de presencia antes el tendido telefónico que el asfalto o los adoquines. Y como consecuencia de ello se produce un brutal contraste entre la modernidad que representa la instalación telefónica y la obsolescencia de unas carreteras decimonónicas y completamente solitarias en las que apenas si circulaban algunos carruajes y caballerías en incipiente competencia con los primeros vehículos a motor. Ambientalmente, por otra parte, todas esas mortecinas fotografías en blanco y negro reflejan con exacta fidelidad la realidad de una nación pobre, atrasada, desolada y dura, en donde muchos de sus paisajes adquieren una dimensión casi fantasmagórica y truculenta pero, al mismo tiempo, aplicando nuestra mirada contemporánea un siglo después, entrañable y evocadora. (Hemos retocado ligeramente todas las imágenes para mejorar el brillo y la calidad visual pero no por ello han perdido su ambientación original ni la capacidad de transmitir interesantes emociones y despertar muy oportuna curiosidad).
En la primera fotografía que abre este reportaje podemos ver la inconfundible estampa del puente sobre el Cabriel en Contreras, obra de Lucio del Valle finalizada en 1851. La línea telefónica Madrid-Valencia se abría paso a través de este abrupto territorio unas veces junto a la carretera y otras, cuando esto no era posible, campo a través. Sobre estas líneas podemos observar también en Contreras a un operario de Telefónica trabajando en lo alto de uno de los postes del tendido aparentemente sin disponer de ningún elemento de seguridad. En las tres imágenes que siguen se aprecia el revirado trazado de la carretera en la zona. Habíamos visto fotografías similares, incluso algo más antiguas, pero estas son inéditas:
Y a continuación podemos asistir a los trabajos de colocación de un poste en Contreras a cargo de una cuadrilla de operarios, momentáneamente inmóviles para el posado fotográfico. Se desconoce la fecha exacta de las imágenes, pero podemos datarlas entre la década de los diez y los primeros años veinte del siglo pasado.
Hubiera resultado ciertamente decepcionante no haber podido encontrar fotografías de casillas de peones camineros en este archivo, pero para nuestra satisfacción hemos localizado dos de la carretera Madrid-Valencia, por el momento. La primera debía de encontrarse en las proximidades de Villargordo del Cabriel, mientras que la segunda se hallaba en el km. 54 y a 8 kms. de Fuentidueña (y a 294 de Valencia), según puede leerse con mucha dificultad ampliando la imagen. Los omnipresentes postes de madera y los hilos telefónicos que surcan el cielo le otorgan un aspecto fascinante a estas instantáneas. Por descontado que no queda huella alguna de tales casillas.
A continuación el Puente de Fuentidueña sobre el Tajo. Prestó servicio en la carretera Madrid-Valencia hasta la década de los años cincuenta del pasado siglo.
Retrocedemos hasta el kilómetro 18, en la época término de Vaciamadrid a secas (sin Rivas):
Montaje de postes en un punto no determinado de la carretera, entonces denominada de Madrid a Castellón por Valencia. Muy pintoresco el camión auxiliar, no lleva neumáticos, sólo llantas metálicas o de madera. Al fondo se ven dos grandes edificios o construcciones. ¿Alguno de ellos podría ser el Castillo de Garcimuñoz o el Monasterio de Uclés? Se admiten opiniones, por supuesto.
Hilera de postes en el km. 83, proximidades de Tarancón. A la derecha podemos ver parcialmente lo que parece otra casilla de peones camineros. ¿Ese estrecho camino de tierra sería el trazado de la carretera o bien la carretera discurre al otro lado de la casilla? No lo sabemos, pero cualquier cosa nos parece perfectamente posible en aquellos años, por increíble que nos pueda antojar ahora.
En la siguiente fotografía, el km. 226. Esa larga recta de tierra hollada por ruedas de carro lleva hasta Minglanilla. Estremece el mero hecho de imaginarse un viaje de Madrid a Valencia por semejantes andurriales, pero esto es lo que había, y dicho viaje se hacía de todos modos aunque los viajeros y las caballerías se dejasen la salud en este empeño.
Volvemos a Contreras, km. 242. A la izquierda se aprecia el muro de contención de la carretera. La línea telefónica se abre paso ahora campo a través:
El kilómetro 261, cerca de Caudete de las Fuentes. Una hilera de árboles flanquea la carretera en compañía de los postes del teléfono. El automóvil está detenido, sin chófer, y completamente lleno de barro y de polvo. Tiene matrícula de Madrid, parece que M-23.681. Si así fuera, se trataría de un Chrysler matriculado en el mes de julio de 1927.
Kilómetro 332, cerca de Cheste. Aquí la carretera por lo menos ha ganado considerablemente en anchura, pero no circula ni un alma, pese a la proximidad de la ciudad de Valencia.
Requena y su plaza de toros, kilómetro 282. Ese tramo de carretera todavía se conserva con idéntico trazado, aunque con el firme de adoquines, seguramente de la época del CNFE.
Kilómetro 290, entre Requena y Buñol. El encintado de la carretera sólo se encuentra en el lado izquierdo de la misma. Probablemente lo desmontaron en el lado derecho para la instalación de los postes telefónicos, pero sólo es una hipótesis.
Y para finalizar este interesante recorrido por el pasado de la carretera de Madrid a Castellón por Valencia, nos vamos a Villargordo del Cabriel. También se conserva asfaltado ese tramo en la actualidad y llegó a formar parte de la N-III antes de la inauguración de la variante de Contreras en 1969.
Es posible continuar tan ameno viaje por la historia de las carreteras españolas, sus vehículos, sus paisajes, sus pueblos y sus ciudades a través del ARCHIVO FOTOGRÁFICO DE LA FUNDACIÓN TELEFÓNICA. Un viaje que recomendamos sin ningún género de duda a todos nuestros lectores.
Y a continuación podemos asistir a los trabajos de colocación de un poste en Contreras a cargo de una cuadrilla de operarios, momentáneamente inmóviles para el posado fotográfico. Se desconoce la fecha exacta de las imágenes, pero podemos datarlas entre la década de los diez y los primeros años veinte del siglo pasado.
Hubiera resultado ciertamente decepcionante no haber podido encontrar fotografías de casillas de peones camineros en este archivo, pero para nuestra satisfacción hemos localizado dos de la carretera Madrid-Valencia, por el momento. La primera debía de encontrarse en las proximidades de Villargordo del Cabriel, mientras que la segunda se hallaba en el km. 54 y a 8 kms. de Fuentidueña (y a 294 de Valencia), según puede leerse con mucha dificultad ampliando la imagen. Los omnipresentes postes de madera y los hilos telefónicos que surcan el cielo le otorgan un aspecto fascinante a estas instantáneas. Por descontado que no queda huella alguna de tales casillas.
A continuación el Puente de Fuentidueña sobre el Tajo. Prestó servicio en la carretera Madrid-Valencia hasta la década de los años cincuenta del pasado siglo.
Retrocedemos hasta el kilómetro 18, en la época término de Vaciamadrid a secas (sin Rivas):
Montaje de postes en un punto no determinado de la carretera, entonces denominada de Madrid a Castellón por Valencia. Muy pintoresco el camión auxiliar, no lleva neumáticos, sólo llantas metálicas o de madera. Al fondo se ven dos grandes edificios o construcciones. ¿Alguno de ellos podría ser el Castillo de Garcimuñoz o el Monasterio de Uclés? Se admiten opiniones, por supuesto.
Hilera de postes en el km. 83, proximidades de Tarancón. A la derecha podemos ver parcialmente lo que parece otra casilla de peones camineros. ¿Ese estrecho camino de tierra sería el trazado de la carretera o bien la carretera discurre al otro lado de la casilla? No lo sabemos, pero cualquier cosa nos parece perfectamente posible en aquellos años, por increíble que nos pueda antojar ahora.
En la siguiente fotografía, el km. 226. Esa larga recta de tierra hollada por ruedas de carro lleva hasta Minglanilla. Estremece el mero hecho de imaginarse un viaje de Madrid a Valencia por semejantes andurriales, pero esto es lo que había, y dicho viaje se hacía de todos modos aunque los viajeros y las caballerías se dejasen la salud en este empeño.
Volvemos a Contreras, km. 242. A la izquierda se aprecia el muro de contención de la carretera. La línea telefónica se abre paso ahora campo a través:
El kilómetro 261, cerca de Caudete de las Fuentes. Una hilera de árboles flanquea la carretera en compañía de los postes del teléfono. El automóvil está detenido, sin chófer, y completamente lleno de barro y de polvo. Tiene matrícula de Madrid, parece que M-23.681. Si así fuera, se trataría de un Chrysler matriculado en el mes de julio de 1927.
Kilómetro 332, cerca de Cheste. Aquí la carretera por lo menos ha ganado considerablemente en anchura, pero no circula ni un alma, pese a la proximidad de la ciudad de Valencia.
Requena y su plaza de toros, kilómetro 282. Ese tramo de carretera todavía se conserva con idéntico trazado, aunque con el firme de adoquines, seguramente de la época del CNFE.
Kilómetro 290, entre Requena y Buñol. El encintado de la carretera sólo se encuentra en el lado izquierdo de la misma. Probablemente lo desmontaron en el lado derecho para la instalación de los postes telefónicos, pero sólo es una hipótesis.
Y para finalizar este interesante recorrido por el pasado de la carretera de Madrid a Castellón por Valencia, nos vamos a Villargordo del Cabriel. También se conserva asfaltado ese tramo en la actualidad y llegó a formar parte de la N-III antes de la inauguración de la variante de Contreras en 1969.
Es posible continuar tan ameno viaje por la historia de las carreteras españolas, sus vehículos, sus paisajes, sus pueblos y sus ciudades a través del ARCHIVO FOTOGRÁFICO DE LA FUNDACIÓN TELEFÓNICA. Un viaje que recomendamos sin ningún género de duda a todos nuestros lectores.